De entre las más de 1.200 islas que conforman la República de Maldivas, solo una de ellas destaca por el increíble fenómeno natural que se produce en sus aguas. Por el día las playas de isla Vaadhoo, situada en el atolón Raa, son completamente normales -si entendemos por normal largas líneas de finísima arena blanca y aguas cristalinas repletas de espectacular flora y fauna marina- pero por la noche la bahía se convierte en un centelleante cielo estrellado.
Este fenómeno natural tan impresionante, bastante acertadamente denominado “mar de estrellas”, se conoce científicamente como bioluminiscencia y se produce gracias a una reacción química natural que se da cuando, al bajar la marea, el plancton procedente del agua se acumula en la orilla y entra en contacto con el oxígeno del aire. Se produce mayoritariamente cuando las temperaturas son muy altas y la noche es muy oscura, pero puede contemplarse en cualquier época del año. El efecto que producen estos microorganismos pinta de azul la orilla del mar como si de una línea de estrellas se tratara. Miles de pequeñas luces bailan al son de las olas del océano Índico, se acumulan en las huellas de las personas que pasean por la orilla o brillan en las estelas que surfistas y barcas de viajeros dejan al agitar las aguas en calma por la noche. Este espectáculo de luces único permite a los que lo presencian disfrutar de una experiencia indescriptiblemente bella que ninguno de ellos olvidará.
Incluso grandes superproducciones del cine han intentado recrear, de una manera un tanto exagerada, este fenómeno tan espectacular. Por ejemplo es posible contemplar la bellísima bioluminiscencia en la famosa película de Ang Lee “La vida de Pi”, permitiendo hacernos una idea de lo impresionante que puede llegar a ser contemplar algo así en este recóndito rincón de las Maldivas. Y es que, aunque este fenómeno puede encontrarse en otros lugares del océano Pacífico y Atlántico, el entorno de la Isla Vaadhoo hace que sea considerado uno de los lugares más mágicos de todo el planeta.
La isla se encuentra completamente deshabitada, al igual que la mayoría del territorio que conforma el atolón Raa, lo que le hace un paraje aún más interesante. Para llegar hasta ella lo mejor es planear la visita desde Malé, capital del país, ubicada a unos 180 kilómetros al sur. Llegar hasta Vaadhoo no es excesivamente complicado, incluso la mayoría de resorts ofrecen excursiones para disfrutar de este espectáculo natural de forma gratuita. La forma más barata y autóctona de llegar es en “dhoni” (si la distancia entre tu resort y la isla Vaadhoo no es muy larga), la barca típica del país, aunque mucho más rápido y recomendable es hacer el trayecto en lancha motora o, incluso, en hidroavión. El trayecto sobre las aguas cristalinas completan esta experiencia única y casi obligada para todos aquellos que visitan las Maldivas.
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